Estoy cansado
las olas acarician mi arena
las algas me perfuman
las espumas me besan
pero apenas alcanzo a levantarme
y vuelve a derrumbarse mi castillo.
Ya no me quedan fuerzas
tanto luchar a pecho descubierto
contra gigantes que acaso son molinos
o a caso soy yo mismo.
Ya no me queda aliento
y busco entre tus labios el consuelo
un soplo de ternura, y no lo encuentro
tu puerta está cerrada a cal y canto
y mis besos se estrellan en tus muros
ciclópeos y yertos.
Pero retomo mi lanza y mi montura
y ataco con fervor tu fortaleza
con embates de amor cruzo tu puente
y escalo tus almenas
y al final entrego mi armadura
en el seno frutal de tu regazo
y riego con mis lágrimas tus senos
que florecen de nuevo entre mis labios.
Juanmaromo
Juanmaromo
Un poema magnífico
ResponderEliminarrepleto de sensualidad,
la magia de los versos
que encadena emociones.