lunes, 20 de abril de 2009

CON LAS FAUCES ABIERTAS







Miro hacia adelante pero solo la niebla

me acaricia los ojos.

Quiero avanzar pero el suelo

se abre ante mis pasos,

Y la ventisca me desgarra la cara.

Extiendo las manos buscando un apoyo

Y las zarzas me lamen las heridas.

Sé que hay un mañana al otro lado

y que el ayer me empuja con sus garras de fuego.

No me puedo parar o me despeño

en el abismo negro de la nada,

en el turbio vacio de la pena.

Y me arrastro comiéndome las piedras

arrancando ortigas con la lengua,

arañando el futuro con las uñas quebradas.

El aliento de la angustia me abrasa la espalda

Y el mañana me espera con las fauces abiertas.

Pero no tengo miedo, he perdido ya todo

lo que puede perderse y lo que puede perderme.

Solo llevo conmigo lo que nada ni nadie

conseguirá arrebatarme.

Cuando alcance el futuro se hará la luz,

porque habré vencido mis miedos

y saciado mi hambre.

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